Buscando alivio en un 1 metro cuadrado

Desde que nacieron los trillizos mi mayor temor fue que se enfermaran... Empezaba así un post que hace apenas dos semanas escribí sobre La Primera Gripe!, creyendo que ya habíamos vivido esa experiencia. Apenas dos semanas después les dio en cadena una infección de garganta muy fuerte con fiebre y sarpullido en la piel que nos tuvo durmiendo en la clínica las dos últimas noches con Piojo2 y la Princesa hospitalizados y con Piojo1 en casa con los mismos síntomas un poco menos fuertes. La gripecita de hace unas semanas se borró de nuestra memoria como si nunca hubiera existido...

La experiencia de tener un bebé hospitalizado es tremenda, una pobre criatura que llora mucho al sentirse mal y no saber qué le pasa, incómodo por tener una vía tomada en una mano entablillada y conectado a una manguera (suero) que restringe y hace peligroso cualquier movimiento. El bebé quiere estar en brazos todo el día y sólo acepta a sus personas más cercanas. Uno termina con un bebé cargado prácticamente 24 horas al día en un metro cuadrado, que es la movilidad que te permite la manguera en el angosto pasillo entre la cama y la pared en una habitación. Básicamente todo lo que puedes hacer es sentarte en la cama, pararte de la cama y dar un paso adelante y atrás.

Un bebé a los 11 meses se para, camina, gatea por la cama, etc. No puedes dejarlo sólo un segundo ni dormido porque podría caerse de la cama. Las cunas de hospitalización no son más seguras porque se podrían arrancar la manguera o ahorcarse en un abrir y cerrar de ojos, así que estás preso en tu metro cuadrado. Pasar la noche así no te permite ni ir al baño a menos que llames a una enfermera. Al estar enfermo el bebé llora continuamente y no te queda más que cargarlo y consolarlo en tu metro cuadrado, las noches son bien largas.

Ahora, la experiencia de tener un bebé hospitalizado teniendo trillizos es multiplicar lo anterior por mucho más de tres. Estuvimos en las noches MamaDe3 en una habitación con la Princesa y yo en la otra con Piojo2, mientras Piojo1 estaba con la abuela en casa. En el día la otra abuela y dos personas que nos ayudan echaban una mano en la clínica. Cualquier cantidad de manos se queda corta...

Ya hoy estamos en casa, aún con antibióticos y Piojo1 que empezó los síntomas un par de días después aún no se cura del todo.

Para la posteridad quedará el horrible recuerdo del metro cuadrado y un par de anécdotas cómicas.
MamaDe3 despertó esta mañana en la cama de la clínica abrazada con la Princesa y las dos empapadas de pipí que se le había pasado del pañal, imagino que estuvieron así durante horas y no pueden negar que durmieron muy a gusto. Lo otro fue Piojo2 enamorando con sus ojitos azules a todas las enfermeras que entraban...

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Cuando terminaba de escribir este post ayer en casa y justo antes de publicarlo me tocó salir de emergencia con Piojo1 que definitivamente había dejado de comer, lo hospitalizamos anoche y aquí estamos de nuevo.

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